sábado, 3 de diciembre de 2011

LA BANDA NOS VISITA (Shemá Israel (Deuteronomio 16:4))


Título original: Bikur hatizmoret
Dirección y guión: Eran Kolirin. 
Duración: 85 min. 
Interpretación: Sasson Gabai (Tewfiq), Ronit Elkabetz (Dina), Saleh Bakri (Haled), Khalifa Natour (Simon), Imad Jabarin (Camal).


  En el Deuteronomio, que cierra la Torá, el libro sagrado del judaísmo, aparece el verso que da nombre a una de las principales plegarias de dicha religión: “Shemá Israel”, que significa “Escucha, oh Israel”. Es una de las cosas que aprendí durante mi reciente viaje a Israel, un país fascinante. En el viaje en avión, mientras comía pan de pita y falafel, se proyectó esta película israelí sobre la importancia de escuchar al otro para lograr el entendimiento entre las culturas.

  El film sigue las desventuras de una banda de músicos egipcios que por un malentendido acaban perdidos en un pequeño pueblo israelí en medio del desierto. La rutina diaria de los habitantes de este pueblo se verá completamente trastocada. Hebreos y musulmanes compartiendo un día de sus vidas, dejando de lado el enfrentamiento atávico levantado durante años, convertido ya en costumbre, para darse cuenta de que tienen más cosas en común, que les une algo más que la indiferencia mutua, cuando no la violencia.

  Bajo esta premisa se desenvuelve esta tierna y delicada película, impregnada de un humor ingenuo y agradable sobre un trasfondo amargo. Pequeño y sencillo film que cosechó la polémica (a su pesar) debido a las críticas desatadas por ciertos grupos radicales del país (lo que viene a demostrar que en Israel es imposible escapar del conflicto, incluso con una película amable a la que no se le puede reprochar ningún posicionamiento) y, sobre todo, por su descalificación como candidata a la Mejor Película Extranjera en los pasados premios Oscar, debido a que gran parte del metraje es en inglés, lengua franca de los personajes para entenderse. Culminaba sin el mayor de los premios esta película que arrasó en los premios de cine de su país originario y multipremiada en numerosos festivales como el de Valladolid (Mejor Guión), Cannes (premio Un certain regard), Montreal, Tokio… y también en los Premios de Cine Europeo (sí, Israel es Europa): Descubrimiento del año para su director y mejor actor para un inmenso Sasson Gabai, poseedor de una adusta expresividad y una conmovedora mirada. Es el más destacado de un plantel de buenos actores entregados con mimo a sus personajes necesitados de amor y comprensión.

  Una película que aboga de manera sencilla por el diálogo, falto de sentido si no se escucha al otro. Que nos provoca una sonrisa triste, pero que da significado a esa palabra utópica con la que los judíos se saludan y se despiden, esa palabra que significa paz: “Shalom”. 


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