Dirección: Andrew Stanton.
Año: 2008.Duración: 98 min.
Doblaje original: Ben Burtt (WALL·E/M-O), Elissa Knight (EVA), Sigourney Weaver (Computadora).
Doblaje original: Ben Burtt (WALL·E/M-O), Elissa Knight (EVA), Sigourney Weaver (Computadora).
Dice Álvaro Mutis:
Lo último que hará el hombre cuando termine la Tierra es un trozo de poesía para decirle adiós.
“WALL-E”, podría ser esa poesía.
La Humanidad ha abandonado el planeta debido a la contaminación, dejando a una plantilla de robots basureros para que la limpien, hasta que vuelva a ser habitable. Después de setecientos años, sólo uno de esos robots queda en activo. Con la única compañía de su mascota, una cucaracha, WALL-E se siente solo y se dedica a coleccionar aquellos objetos que atraen su atención entre tanta basura. Hasta que aparece EVA, una inmaculada robot de eléctricos ojos azules que rastrea el planeta en busca de vida.
Estamos ante una propuesta atípica, diferente de lo que se espera de una película de este tipo a pesar de que cumple con ciertas convenciones del género como la moraleja y el final feliz que hacen que termine resultando algo tópica. Ahora bien, esto sucede con la trama ya avanzada, cuando se ha disfrutado de unos deliciosos cuarenta minutos iniciales en los que el robot da una nueva visión (una vuelta de tuerca, quizá sería más preciso) a los objetos cotidianos que encuentra (atención al extintor), en la línea de la comicidad muda de Charlot. La diferencia radica en que esos minutos, como gran parte del metraje, carecen de diálogos, por lo que su ritmo pausado puede llevar a los niños (y a algún adulto impaciente) al aburrimiento. A pesar de ello, merece mencionarse el amplio registro de sonidos de los que es capaz el robot, así como su gran expresividad a partir de una increíble economía de gestos, que hacen de él uno de los personajes más carismáticos y entrañables del cine, emparentado con el mismísimo “E.T.” Pixar logra una de sus mejores películas fundiendo su sobrada excelencia en la imagen digital con la historia, sencilla y hermosa, de un robot enamorado que homenajea a la literatura de ciencia ficción y a películas como “2001. Una Odisea del espacio”.
Un día, el Sol se enfriará y no quedará nada. Y habrá que decir adiós. Hasta entonces, disfrutemos con la poesía.
Los primeros 40 minutos de la película son los mejores, me encantan de verdad. Entre triste y divertido es algo que siempre me hace esperar que la gente empieza a pensar más en lo que estamos haciendo con nuestra tierra...
ResponderEliminarlo que además siempre me he preguntado... cómo sobrevive esta cucaracha!!?
Theresa!! Eres la primera en publicar un comentario en mi blog! Te mereces un premio... de algo.
ResponderEliminarViele Küsse.
Haha! Pues... Recuerdame cuando te darán tu primer oscar, premio de 'blogger del año...' o lo que sea. ;)
ResponderEliminarCuando me da tiempo leeré tu blog!
Es una película preciosa, y aunque no entienda tanto de cine, me parece una crítica acertadísima.
ResponderEliminarEsos 40 minutos son preciosos.
Sin duda me quedo con el capitán de la nave conociendo el significado de la palabra bailar mientras Wall-E y Eva dan vueltas por el espacio.
Bellísima película.
Un saludo, Alejandro, ya tienes una seguidora más! ;-)