Título original: The future.
Dirección y guion: Miranda July.
Año: 2011.
Duración: 91 min.
Interpretación: Hamish Linklater (Jason), Miranda July (Sophie), David Warshofsky (Marshall), Isabella Acres (Gabriella), Joe Putterlik (Joe), Angela Trimbur.
En las últimas semanas he visto a un par de chicas llevando enormes gafas de concha. Hasta ahí, todo bien, yo también soy miope. El matiz viene después: ninguna de las gafas de las chicas llevaban cristales. Quizá yo soy un viejo prematuro. Quizá no tengo idea de moda (que me da lo mismo, dicho sea de paso). Quizá eso sea lo más cool en tendencias. Pero llevar unas gafas sin lentes me parece una imbecilidad. Si me dijeran que la directora Miranda July hace lo mismo, lo creería. Porque ella y su película son de lo más "cool" que he visto últimamente.
Al verla, sentía que estaba perdiendo el tiempo. Pocas veces me ha ocurrido esto. Lo peor es que fui a verla con ilusiones. Uno ve el tráiler y piensa que va a ver una bonita comedia romántica, quizá algo disparatada, pero diferente y refrescante. Pero pasan los minutos y no sientes ninguna empatía por los personajes: Sophie y Jason, una pareja de treintañeros inmaduros a los que se les viene el mundo encima cuando deciden adoptar un gato (!). Sintiendo la inminecia de la muerte, él decide ir en busca de su destino y ella, enrollarse con un hombre de 50. Recordaban un poco a los personajes de Woody Allen, esos burgueses que se complican la vida con infidelidades y neuras inexistentes por una única razón: están aburridos. Con la excepción de que uno sí siente que Woody Allen le está contando algo valioso.
Empatizamos más con Jason y suyas son las mejores escenas de la película, aquellas en las que para el tiempo y habla con la luna y se enfrenta con el mar -un momento francamente inspirado-, pero el metraje más bien parece una acumulación de piezas de videoarte, algunas estimulantes y otras, pura tomadura de pelo. Y eso que en cuanto a dirección, música y fotografía la película es más que digna, pero la soterrada pretenciosidad de la propuesta hace que no lo disfrutes, salvo algunos puntuales momentos de humor que conforme avanzan los minutos desaparecen. En cuanto a Sophie/Miranda, el crítico David Bernal la define en una brillante reflexión filosófica: "Lo bueno de "El futuro" es la autoinmolación de Miranda July al confirmar que toda moderna anhela ser follada por un garrulo/macho alfa".
La revista Time la ha elegido en el puesto número 7 de una lista de las 10 peores películas del 2011, junto a joyas como "Amanecer" y "Sucker Punch", que por lo menos no pretenden ser más de lo que son. Me dicen que la primera y premiadísima película de la directora, "Tú, yo y todos los demás" es buenísima, mucho mejor que ésta. Me lo creo.
Véanla si quieren y disfrútenla si así lo sienten. Cada cual tiene sus imbecilidades, y el derecho a pensar que no lo son.
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