Título original: The grey.
Dirección: Joe Carnahan.
Año: 2012.
Duración: 115 min.
Interpretación: Liam Neeson (Ottway), Dermot Mulroney (Talget), Frank Grillo (Diaz), Joe Anderson (Flannery), James Badge Dale (Lewenden), Dallas Roberts (Henrick), Nonso Anozie (Burke), Ben Bray (Hernandez).
Guion: Joe Carnahan y Ian Mackenzie Jeffers; basado en el relato corto “Ghost walker”, de Ian Mackenzie Jeffers.
En “Infierno blanco”, el personaje interpretado por Liam Neeson es el líder de un indisciplinado grupo de trabajadores de una refinería cuyo avión se estrella en las remotas montañas de Alaska. Los supervivientes, expuestos a heridas mortales y un tiempo inclemente, disponen de pocos días para escapar de los gélidos elementos. Y por si el terrible frío fuera poco enemigo, una manada de lobos salvajes, amenazantes y sanguinarios, persiguen incansablemente a sus presas humanas. A medida que las indefensas víctimas caen una a una, las posibilidades de supervivencia del último de estos hombres son cada vez más remotas.
Así como lo leen. Se diría más una versión montañera y nevada de "Tiburón", a tenor de semejante sinopsis; pero lo cierto es que sorprende para lo que suele ser una producción de estas características. Uno de los productores es Ridley Scott, así que el entretenimiento y la tensión al límite están asegurados, pero el film ofrece momentos de un dramatismo insospechado en las tribulaciones y confesiones de esos hombres normales que se ven abocados a una muerte casi segura y, además horrible. Ellos brindan, en su lucha por la supervivencia, unas interpretaciones logradas e intimistas que contrastan con aquéllas tan planas que suelen predominar en el cine de este tipo. De entre ellos, Liam Neeson, es el más dotado, no en vanos su personaje es el mejor construido a pesar de la falta de información que se nos brinda de él, un hermetismo agresivo y atormentado que junto con unas habilidades dignas de MacGyver (el de los ochenta, de la serie, no el de ahora -pena de años-) lo hacen realmente atractivo, casi de cine negro.
Son sin duda lo mejor de esta película que nos habla del viejo tópico del superviviente en situaciones extremas, el hombre contra la naturaleza, aunque para ello se sirva de una premisa un tanto burda como es la de unos lobos asesinos, que más parece un argumento de film de serie Z y cuyos ataques son inferiores en cuanto a tensión y fuerza dramática frente a esos otros de los supervivientes ante su cruel destino.
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