Título original: The awakening. AKA: El despertar.
Dirección: Nick Murphy.
Año: 2011.
Duración:107 min.
Interpretación: Rebecca Hall (Florence Cathcart), Dominic West (Robert Mallory), Imelda Staunton (Maud Hill), Isaac Hempstead-Wright (Tom), Lucy Cohu (Constance), Diana Kent (Harriet), Richard Durden (Alexander Cathcart), John Shrapnel (reverendo Hugh). Guion: Nick Murphy y Stephen Volk.
Sinopsis: Atormentada por la muerte de su prometido, Florence Cathcart (Rebecca Hall) dedica sus energías a desmontar presuntos fenómenos sobrenaturales sirviéndose de sistemas metódicos y racionales. Cuando uno de los maestros del internado de Rookford, Robert Mallory (Dominic West), le pide en nombre de la institución que visite el centro para investigar las supuestas apariciones del fantasma de un niño, ella acepta el reto. Una vez allí, Florence vive un escalofriante encuentro que desafía toda explicación racional. Asustada y confundida, está dispuesta a llegar al fondo de la cuestión y plantar cara a sus demonios.
Vi esta película en un pase hace bastantes meses, en enero (cuando llevaba por título "El despertar", traducción literal del original, yestaba previsto que se estrenara el 3 de febrero) y debo confesar que no recuerdo mucho de ella. Como me precio de tener buena memoria, debo pensar que la culpa no es mía sino de la película. Conclusión: no es éste un film que perdure en la mente del espectador. Aunque, para ser justos, tampoco se desvanece del todo, algunas escenas e interpretaciones sí que logro rescatar del olvido.
Recuerdo que me recordó a "Los otros" y "El orfanato". Por lo tanto, deduzco que no es una película muy original, su planteamiento es el típico de las películas del género de casas encantadas. Recuerdo, eso sí, que me llevé un par de buenos sustos, así que, original o no, es efectiva en su propósito de asustar. Recuerdo que tenía un final pretendidamente impactante (como toda película de género) que, sin ser esperado, tampoco fue sorprendente. También recuerdo una atmosférica fotografía y una impecable ambientación y dirección artística, eso en lo que los británicos son expertos e incapaces de hacer mal.
Recuerdo, y mucho, a los actores: Rebecca Hall está impecable en su papel de investigadora racionalista enfrentada a sus creencias. Su progresivo desvarío mental lleva hasta las puertas de la locura a su personaje y lo dota de una fuerza dramática que la emparenta con la Nicole Kidman de la película de Amenábar. Dominic West (más conocido por la serie "The Wire") encarna con solvencia a su personaje atormentado y duro y la gran Imelda Staunton borda su papel secundario pero crucial, entre lo inquietante y lo entrañable.
Compruebo que recuerdo más cosas de las que pensaba. Recuerdo que me entretuvo bastante y que, al salir del cine, pensé que era una película más que digna en sus resultados e intenciones. Pero el hecho de que apenas recuerde escenas que debieron asustarme y que su desenlace, aunque sabido, sea una nebulosa, me hace temer que podría haber sido una gran película de fantasmas y no sólo una buena película de fantasmas.
Recuerdo que me recordó a "Los otros" y "El orfanato". Por lo tanto, deduzco que no es una película muy original, su planteamiento es el típico de las películas del género de casas encantadas. Recuerdo, eso sí, que me llevé un par de buenos sustos, así que, original o no, es efectiva en su propósito de asustar. Recuerdo que tenía un final pretendidamente impactante (como toda película de género) que, sin ser esperado, tampoco fue sorprendente. También recuerdo una atmosférica fotografía y una impecable ambientación y dirección artística, eso en lo que los británicos son expertos e incapaces de hacer mal.
Recuerdo, y mucho, a los actores: Rebecca Hall está impecable en su papel de investigadora racionalista enfrentada a sus creencias. Su progresivo desvarío mental lleva hasta las puertas de la locura a su personaje y lo dota de una fuerza dramática que la emparenta con la Nicole Kidman de la película de Amenábar. Dominic West (más conocido por la serie "The Wire") encarna con solvencia a su personaje atormentado y duro y la gran Imelda Staunton borda su papel secundario pero crucial, entre lo inquietante y lo entrañable.
Compruebo que recuerdo más cosas de las que pensaba. Recuerdo que me entretuvo bastante y que, al salir del cine, pensé que era una película más que digna en sus resultados e intenciones. Pero el hecho de que apenas recuerde escenas que debieron asustarme y que su desenlace, aunque sabido, sea una nebulosa, me hace temer que podría haber sido una gran película de fantasmas y no sólo una buena película de fantasmas.
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